Erik Davis en su fabuloso libro Techgnosis explica cómo algunos de los pioneros del Internet en los 90 veían en la Red una metáfora o incluso una materialización de ideas filosóficas y espirituales, entre ellas la idea de la Noosfera, una mente global que sería el fruto de la evolución humana, conectando a los seres humanos como si fuéramos parte de una sola conciencia. Esta noción ha perdido un poco de fuerza en los últimos años, al tiempo que el Internet se ha convertido en diferentes cosas para diferentes personas, un vasto organismo que puede verse como un gigantesco cerebro, pero también como un panóptico, una red de vigilancia global o un enorme mercado para realizar transacciones. El Dr. Sugata Mitra, de la universidad de Newcastle, pionero de la educación, ha revivido la idea de que la tecnología nos podría estar llevando a formar una mente colectiva, en un proceso en el que nuestra mente se desmaterializa, utilizando la tecnología como un soporte, para que de alguna manera habitemos en la nube. "Hemos llegado a una realidad tecnológica donde tenemos que cuestionar lo que somos; estamos todo el tiempo conectados, debemos de darnos cuenta que hay un cambio: somos parte de un enorme sistema conectado", le dijo Mitra a World Changing Ideas, de la BBC.
Esta visión viene en parte de los experimentos educativos que ha realizado en la India. En el programa "Hole in the Wall", en 1999, se entregó una computadora conectada a Internet a niños en barrios bajos de Nueva Deli. La computadora era enviada a través de un agujero, sin explicación y con su sistema operativo en inglés (los niños no sabían hablar inglés) con una cámara que grababa lo que sucedía. Poco tiempo después los niños habían aprendido a usarla y estaban descargando cosas de la Red. Mitra sugiere que esto es debido a un efecto de la mente grupal. Los niños se enseñaban a utilizar la computadora debido a un proceso evolutivo en acción. En lo anterior cree percibir lo que en la ciencia se llama "el problema de los muchos cuerpos", el cual indica que cuando unimos cuerpos, el comportamiento de la entidad conformada por el agregado es muy distinto al de los individuos y puede suponer una suma mayor que las partes.
El Internet, sugiere Mitra, es un sistema no predecible que está alterando la evolución del ser humano. Su observación de la forma en la que están aprendiendo los niños utilizando tecnología le hace pensar que estamos desarrollando "una mente de colmena", y que "nuestro lóbulo prefontal" podría estar "evolucionando para llevarnos al siguiente nivel". A diferencia de otros teóricos, Mitra piensa que debemos de entender que los jóvenes que están altamente involucrados con sus aparatos están acelerando una conducta evolutiva, una nueva forma de aprender, basada en flujos de información con los que alteran su mente. Incluso imagina a la raza humana trascendiendo su existencia física, existiendo en una nube como ceros y unos, conciencias binarias que podrán alcanzar cosas imposibles para la biología actual.
Las ideas de Mitra recuerdan la tesis de Michel Bauwens de que el siguiente "Buda será un colectivo", una conciencia evolucionando vía las interacciones P2P, y la intrincada interacción de nodos de información en los que el ser humano externaliza su mente. "Los individuos están cada vez más llamados a fundirse en grupos de inteligencia colectiva". Ideas fascinantes sin duda, las cuales debemos de tomar con una pizca de sal. Recordemos que la evolución no siempre lleva a las especies a superarse, sino que en algunos casos dejan de ser lo suficientemente aptas o se producen cambios en su entorno que impiden su supervivencia.
