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Westworld, una orgía visual de realidad virtual e IA


Tras el éxito de Game of Thrones, HBO estrena un western de ciencia ficción sobre los alcances de la realidad virtual e inteligencia artificial.

por: Alejandro Martínez Gallardo Alejandro Martínez Gallardo

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Seguramente la serie más atractiva de este cierre del 2016 será Westworld. Esta producción de HBO, estrenada el pasado 2 de octubre, se basa en una homónima película western de ciencia ficción escrita y dirigida por el novelista estadounidense Michael Crichton. Lo interesante de la serie es que en nuestra época el tema ha llegado a su madurez con la incipiente revolución de la realidad virtual que está en marcha, y con las grandes capacidades animación y efectos especiales. Por ello Westworld podría convertirse en una de las series visualmente más espectaculares de la historia de la TV.

 

La metáfora es instructiva, de la misma manera que los westerns muestran la fiebre del oro y la colonización de nuevas fronteras, de espacios salvajes, a la vez que nos hace cuestionarnos la moral de los pioneros exploradores de estas tierras, Westworld se pregunta por esta tierra incógnita de la imaginación que es la realidad virtual y la inteligencia artificial.

 

La historia narra los acontecimientos alrededor de un parque de atracciones de realidad virtual, donde los visitantes pueden cumplir todas sus fantasías y en el que son servidos por androides. Esto es el inicio de una serie de posibles conflictos, en tanto a que los androides empiezan a cobrar conciencia y se rebelan. La serie también explora la forma en la que los robots son programados y cómo se relacionan con el ser humano. Aquí tenemos un interesante debate no solo sobre los peligros de la inteligencia artificial, sino también una reflexión sobre qué es lo que realmente define al ser humano.

 

Las primeras reseñas de la serie sugieren que Westworld puede ser una serie de época. Wired escribe que tal vez pueda hacer para el género de la ciencia ficción lo que Game of Thrones hizo para la fantasía, de alguna manera reviviendo y actualizando este género.

 

Lo más interesante, sin embargo, tiene que ver con la reflexión del hedonismo inimaginable que representa la realidad virtual. Los visitantes pueden tener sexo con las personas que quieren o realizar todo tipo de actos, aparentemente sin consecuencias. Es por ello que la serie ha sido descrita como “una odisea oscura sobre el amanecer de la conciencia artificial y el futuro del pecado”.

 

Este será uno de los grandes temas en la tecnología y en la filosofía en las siguientes décadas. ¿Qué ocurre cuando la simulación de la realidad tiene la misma definición que la realidad misma? Perderemos todo interés por regresar al mundo “real” donde no podemos controlar lo que nos sucede y experimentamos, dolor, miedo, angustia, etcétera. El maestro budista y físico Allan Wallace ha comparado estas promesas de la realidad virtual con los mundos de los devas, los dioses que según el budismo habitan en planos superiores, disfrutando de placer continuo, y sin embargo, sujetos aún al samsara o el mundo ilusorio.

 

Westworld es producida por HBO y cuenta con Anthony Hopkins y Ed Harris entres otros destacados actores como parte de su elenco.

 

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