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Conductores de Uber México ganan poco por servicio Premium


UberPool ahora ofrece viajes compartidos con 25% de descuento y una reducción del 10% a todas sus tarifas, lo cual beneficia a los usuarios, pero al parecer no a sus socios y conductores.

por: Carlos Peña Carlos Peña

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El 2015 fue un año crítico para Uber en México ya que enfrentó severas críticas y fue objeto de protestas por parte de los taxistas de la Ciudad de México ya que lo consideraban (y lo siguen haciendo) competencia desleal. Luego de varias mesas de trabajo y reuniones con agentes de gobierno, representantes de taxistas, expertos en movilidad e integrantes de las nuevas aplicaciones como Uber y Cabify se acordó que estas aplicaciones seguirían ofreciendo sus servicios ajustándose a las respectivas leyes de cada región del país. 

 

Durante este proceso los ciudadanos –en su mayoría– ofrecieron su total apoyo a Uber en redes sociales haciendo tendencia mundial el hashtag #UberSeQueda, en gran parte bajo el argumento de que Uber se preocupa por sus usuarios y ofrece un servicio de calidad a diferencia del que ofrecen los taxis de la Ciudad de México. Y sí, es verdad que la estrategia mundial de Uber se basa en la experiencia del cliente y constantemente están buscando nuevas formas de satisfacer sus necesidades, pero ahora en México, como ya ha sucedido en otros países, la otra cara de la moneda empieza a asomarse en medio de festejos. 

 

El lunes 11 de enero de este año se lanza UberPool ofreciendo viajes compartidos con 25% de descuento para usuarios y una semana después se anuncia que Uber reduce 10% las tarifas de sus viajes, lo cual por supuesto tiene contentos a todos sus usuarios, pero no a sus socios y conductores. 

 

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Desde que se lanzó UberPool en la Ciudad de México nuevamente las redes sociales sirvieron como ventana para dejarnos ver que no todo es miel sobre hojuelas en esta historia ya que ahora fueron los socios, conductores y conocidos de los mismos los que comenzaron a hacer ruido convocando a  colegas a mostrar su apoyo para que Uber les abriera las puertas de sus oficinas y pudieran comenzar un diálogo en el que las decisiones de la empresa no sólo velen por los beneficios de los usuarios sino también de sus socios. 

 

El pasado lunes 18 de enero se convocó a una reunión pacífica en la Estela de Luz de la Ciudad de México para tratar distintos puntos que están afectando severamente a las personas que trabajan para la empresa y que, de acuerdo con los afectados, no están siendo tomadas en cuenta porque la única forma que tienen para restablecer comunicación con la compañía es a través de correo electrónico y las respuestas a veces pueden tardar hasta una semana en llegar con textos automatizados que no resuelven el problema planteado. 

 

Reducción de tarifas sin ajuste de comisiones

 

El día de ayer tuvimos la oportunidad de conversar con Christian Mathey, uno de los voceros de este movimiento que junto con Anyi Gutiérrez, Marcos García, Fernando Espinosa, Fernando Martiñon, Félix Rosales, Juan Carlos López e Iván Mota fueron elegidos como voceros de los conductores y socios para lograr una conversación con representantes de Uber, específicamente con Rodrigo Arévalo, General Manager en México de Uber, y Roberto Fernández, gerente senior de Operaciones y Logística de Uber en México. 

 

Gracias a dicha entrevista pudimos entender mejor cuáles eran las inconformidades de socios y conductores que previamente ya se habían organizado para hacer paros a distintas horas del día bajo el hashtag #UnDíaSinUber para llamar la atención de la empresa. 

Todo este problema comienza a raíz del lanzamiento de UberPool el cual implicó una capacitación para poder ofrecer el servicio que al principio era opcional y que después se impuso como requisito para poder ofrecer el servicio de acuerdo con Mathey, a lo cual después se sumó la reducción del 10% en tarifas sin el más mínimo aviso a los socios y conductores de Uber más que a través de un correo electrónico el pasado domingo 17 de enero en la noche, es decir, ni siquiera 24 horas antes de que Uber hiciera el anuncio a los usuarios. Esta acción molestó a quienes trabajan sus autos para la empresa ya que no se les consultó ni se les dio tiempo de decidir si seguía siendo rentable para sus actividades pues Uber baja los precios para los usuarios pero siguen cobrando la misma comisión por cada viaje, así que pareciera que al final los únicos que salen perdiendo son los que brindan el transporte. 

 

Ahora la tarifa mínima de Uber es de $35 pesos –inicialmente era de $50 y luego se redujo a $40–, lo cual según información de Mathey es poco rentable para los socios quienes tienen que entregar entre 20 y 25% de comisión en un viaje tradicional (y un 30% en el caso de UberPool), lo cual los deja con un aproximado de $28 pesos, a lo cual hay que restarle la gasolina y las comodidades que ofrecen los conductores como las botellas de agua que si bien no son obligatorias, son parte del protocolo de servicio de Uber y que se tiene que ofrecer tanto al usuario como a los acompañantes de cada viaje. Dado que este gasto de las botellas de agua, el plan de datos que se usa para la aplicación y la gasolina corren por completo a cargo del socio, en un viaje de tarifa mínima la ganancia ronda apenas los $6 pesos, lo cual es evidentemente insuficiente. 

 

Partiendo de estos puntos se realizó una minuta oficial que circula ya en diferentes medios y redes sociales en la que se puntualizan las peticiones de este movimiento y que pretende dejar claro: no es una oposición a ninguna de las decisiones de la empresa como UberPool o la reducción de tarifas, sino una petición de diálogo para llegar a un equilibrio en el que se beneficie a los usuarios sin afectar el trabajo de socios y conductores a quienes “se les paga una miseria por un servicio Premium”, sentenció uno de los representantes. 

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