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Garota digital


Vivimos en una época en la que todo lo que pasa en el mundo offline estalla en el online.

por: Leandro Zanoni Leandro Zanoni

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Caminó 128 metros y cautivó al mundo con sus piernas interminables y un vestido plateado. Fue el pasado 5 de agosto cuando la supermodelo brasileña Gisele Bündchen le puso glamour a la inauguración de los Juegos Olímpicos Río 2016. Fue su último desfile, hasta el momento, porque se había retirado oficialmente de las pasarelas el año pasado. En el Maracaná sonaba “Garota de Ipanema”, la canción de bossa nova más famosa del planeta.

 

Mira que cosa más linda

más llena de gracia

es esa chiquilla

que viene y que pasa

con un dulce balancear

camino del mal.

 

Vivimos en una época en la que todo lo que pasa en el mundo offline estalla en el online. Si las redes sociales, las apps y las plataformas de música y video representan el termómetro para medir la fiebre de la sociedad, entonces Bündchen provocó picos de fiebre. La combinación de balanceo de caderas, la sonrisa perfecta de la modelo y los acordes de la bella melodía escrita por Jobim y Vinicius de Moraes hace 54 años (¡qué importa la edad!), resultó una mezcla explosiva. Al día siguiente, el tema fue reproducido en Spotify  40 mil veces, un 1,200% más que cualquier otro día. El dato, aportado por la misma empresa, no dice tanto del antiguo clásico brasileño ni tampoco de la supermodelo ex de Leonardo DiCaprio, sino que habla de nosotros.

 

Moza de cuerpo dorado

por el sol de Ipanema

su balancear

es más que un poema

es la cosa más linda

que yo haya visto pasar.

 

Habla de nosotros porque fuimos quienes la buscamos en Spotify y le dimos play. Tal vez para rememorar el paso felino de Bündchen, tal vez para recordar a un viejo amor. La nostalgia de eso que ya no es. Los más chicos para escuchar un poco más de esa canción melosa y dulce que la noche anterior les había empalagado los oídos. Quién sabe qué se dispara en cada uno.

 

Pero Spotify y otros (Netflix, YouTube, Twitter, etc.) sirven hoy, también, para revivir productos culturales que ya parecían destinados al olvido. El abuelo le muestra al nieto El Padrino en Netflix. El nieto le muestra al abuelo las piernas de Gisele en YouTube. Y todos volvemos a escuchar la canción en Spotify. El loop perfecto del pasado, el presente y el futuro.

 

Los medios del mundo hurgaron en la leyenda de la canción. Fueron al bar Veloso a unas cuadras de la playa de Ipanema donde se compuso la canción, hurgaron en los datos de archivos de papel, esos que nacieron mucho antes que el Big Data. Fueron a hablar con los protagonistas vivos, para escuchar sus testimonios que, todavía, no se encuentran en ningún servidor de Google. Así se enteraron, por ejemplo, que en Brasil, durante el verano de 1964, la canción vendió más que el boom de los Beatles. O que es la canción más grabada de la historia después de “Yesterday”. O que la verdadera garota que sirvió de musa inspiradora, se llama Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto Pinheiro quien se hizo famosa y explotó su fama: protagonizó una película, cuyo nombre es obvio, posó para Playboy, escribió una biografía hace unos años: "A Eterna Garota de Ipanema", y puso un local de ropa de playa llamado.... Bueno, ya saben cómo. Hoy ella tiene 71 años y, sospechan, no usa Spotify.

 

¡Ah!, si ella supiese

que cuando ella pasa

el mundo sonriendo

se llena de gracia

y parece más lindo

a causa del amor.

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