En los últimos meses todos hemos sido testigos de distintos casos de tortura por parte de las autoridades a través de las redes sociales, así que el Senado parece haber tomado cartas en el asunto y luego de una serie de propuestas aprobaron en comisiones la primera ley contra la tortura.
Dicho apartado obligará a los policías a utilizar un GPS para ser monitoreados durante la detención de un presunto criminal de manera que se tenga control desde el momento en el que ingresan a la patrulla hasta que son presentados en el respectivo Ministerio Público.
La Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes fue aprobada por unanimidad por todas las fuerzas políticas en una negociación de 24 horas con el gobierno federal y el Ejército mexicano. En ella se aclara que “al servidor público que en el ejercicio de su encargo, como medio intimidatorio, como castigo o por motivos basados en discriminación, veje, maltrate, degrade, insulte o humille a una persona, se le aplicará una sanción de tres meses a tres años de prisión y hasta 200 días de multa”. Dicha sanción aplica tanto para agentes policiacos como funcionarios públicos.
Así que a partir de hoy los policías tienen un plazo máximo de dos años para que se regularicen y porten el dispositivo de localización GPS para rastrearlos en tiempo real durante sus labores de detención
De acuerdo con Excélsior también crearán el Mecanismo Nacional de Prevención, conformado por expertos independientes que formarán parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos quienes se encargarán de realizar visitas sorpresa a los diferentes centros de reclusión para entrevistar tanto a detenidos como a quienes laboren en los centros de privación de la libertad con fines de control.
