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Triunfando entre gigantes


Celleste, de Elevator Games, fue reconocido como uno de los mejores juegos de 2014 en la App Store. En entrevista para Paréntesis, sus creadores desvelan el proceso creativo detrás de su éxito.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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Enciendo mi iPad para jugar Celleste, uno de los mejores videojuegos de la App Store durante 2014 según una selección hecha por Apple a finales del año pasado, y rápidamente sé que detrás de Celleste hay gente que juega videojuegos. Me lo revelan las mecánicas bien definidas de Celleste, un juego de estrategia en tiempo real con coloridos personajes y un ambiente espacial que podría pasar por un juego infantil, pero que tiene tanto reto como para entretener a un adulto.

 

Stephanie Prodanovich, productora de Celleste y fundadora de Elevator Games, el estudio que desarrolló el título, cuenta que Nintendo tuvo un fuerte impacto en su infancia. “Crecí con juegos de Nintendo, como Mario Bros. y The Legend of Zelda, pero si tuviera que hablar juegos más ‘recientes’ citaría la serie Tomb Raider,” comenta. “De hecho Celleste está inspirado, por decirlo de una forma, en Super Mario Galaxy”. Sin embargo, Celleste, que debutó en julio del año pasado en la App Store, no fue concebido como un videojuego de plataformas en tercera dimensión. “Nuestra visión para Celleste era desarrollar un juego de estrategia como StarCraft, pero que fuera accesible para el jugador que juega en su iPad,” añade.

 

Así luce uno de los 45 niveles de Celleste.

 

Aunque “casual”, Celleste no podría resultar más denso en cuanto a mecánicas. Si juegos como Flappy Bird resultan atractivos por su simplicidad, Celleste brilla por lo sutilmente complejo que puede resultar. Gerardo Basurto, director de Celleste, cree que su juego, distinto en su propuesta a los juegos que inundan la App Store, resultó exitoso por su balance. “Los primeros 15 niveles de Celleste sirven para que el jugador entienda las mecánicas,” señala. “Ahí explicamos que tiene un planeta que gira 360 grados, y que la meta es llevar a las vacas al portal vigilando que los bichos no se las coman. En los siguientes niveles el jugador entenderá que hay power ups que le ayudarán a defender sus vacas. Son como niveles de tutoría,” remata.

 

Pese a que Prodanovich y Basurto crecieron jugando videojuegos de consola y PC, su primera aventura profesional llegó con las tabletas de Apple. “Desarrollar Celeste nos tomó dos años,” recuerda Stephanie. “Somos un equipo de seis personas en Elevator, aunque eventualmente tuvimos colaboradores”. Cinco meses después de su lanzamiento en la App Store, Elevator Games recibió su primer reconocimiento: Figurar entre la lista de los mejores juegos de la App Store en 2014.

 

No es un reconocimiento menor. Con sólo dos años de existencia, el estudio dirigido por Stephanie cuenta con un videojuego que compite de tú a tú con Retry, desarrollado por la editora detrás de los exitosos Angry Birds; FIFA 15, del gigante Electronic Arts, y Monument Valley, otro de los distinguidos por Apple y uno de los preferidos de Gerardo. Igual, en Elevator Games se toman el éxito con calma. “Claro que hay cosas que nos hubiera gustado mejorar en Celleste, pero para eso están los desarrollos futuros,” recapacita Gerardo. Tribute, el próximo título de Elevator Games, es un juego de acción con vista top-down inspirado en The Legend of Zelda y The Binding of Isaac, y que tentativamente llegará durante el último trimestre de 2015 para consolas y PC.

 

Tribute, el próximo título de Elevator Games.

 

¿El éxito de Celleste entre la crítica se tradujo en éxito económico? “No nos ha ido mal, pero estamos lejos de ser ricos,” bromea Gerardo. La recepción favorable que ha tenido Celleste durante los pasados seis meses hace preguntarse por qué no hay una versión para Android. “Adaptarlo a Android nos tomaría demasiado tiempo,” ataja Stephanie. “El proceso de optimización para cada versión de Android hubiera sido desgastante; preferimos emplear ese tiempo en aprender nuevas técnicas para proyectos futuros”. También pone el dedo sobre una realidad incómoda para Google. “Además la gente que utiliza Android es menos propensa a pagar por una aplicación.” Google Play es terreno del free-to-play.

 

El éxito de títulos como Kim Kardashian Hollywood, que ofrece jugarlo gratuitamente pero incorpora transacciones dentro de la aplicación, también hace cuestionar la decisión de hacer de Celleste un juego de $26 pesos. “Desde un inicio supimos que Celleste no sería un juego freemium. Los juegos freemium implementan mecánicas hechas para que el jugador tenga que gastar cada cierto tiempo. Celleste no es así,” responde Stephanie. “Nuestra intención era que el jugador recibiera un juego divertido, de mecánicas bien definidas y entretenidas por un sólo precio. Además en el largo plazo mantener un juego freemium resulta costoso. No podemos mantener algo así,” puntualiza.

 

Aunque no se ven a sí mismos como la vanguardia del desarrollo de videojuegos en México, Celleste es una muestra clara de que el videojuego puede ser una industria rentable en el país. Tanto Stephanie como Gerardo están conscientes del éxito de Taco Master, de Kaxan Games, productora de Taco Master, otro caso de notoriedad en la App Store, y de los intentos de Slang –donde trabajaron previamente– para llevar a consolas como el Wii, Xbox 360 y PlayStation 3 franquicias televisivas mexicanas de éxito, como el Chavo del 8 y la marca de lucha libre AAA.

 

Tampoco tienen problema en ofrecer un consejo para quienes desarrollan o gustarían de desarrollar un videojuego. “Pongan los pies sobre la tierra, empiecen con proyectos pequeños,” recomienda Stephanie. “No se conformen con lo que tienen, actualmente hay cientos de cursos en línea sobre herramientas como Unreal o Unity,” sugiere Gerardo.

 

Al centro, Stephanie Prodanovich y Gerardo Basurto.

 

Salvo Tribute, Stephanie y Gerardo no están seguros sobre cómo serán los próximos juegos de Elevator Games, pero descartan tratar de ser atractivos sólo por el hecho de ser mexicanos. “No queremos ver qué le ofrecemos a México, sino qué México le ofrecemos al mundo,” concluye Gerardo.

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