Es posible que el misterio que en días pasados rodeó a la enigmática "luz azul de la muerte" del PlayStation 4 al fin se haya resuelto. Según informa el sitio Bloomberg, Sony aclaró que algunas consolas fueron dañadas durante el envío, lo que explica por qué algunos ejemplares se apagan automáticamente o no despliegan imagen o sonido aún con la consola encendida.
Un portavoz de Sony con sede en Japón, Satoshi Nakajima, dijo a Bloomberg que "varios problemas fueron reportados, lo que lleva a creer que no es un problema específico que impacte a un porcentaje más amplio de usuarios... El rango de las consolas afectadas es menos de un 1%", dijo.
Por otro lado, como ya lo hemos reportado en Paréntesis, los usuarios que hayan sido afectados con este "defecto" pueden hacer uso de su garantía y reemplazar su PS4 por una consola nueva, por lo que seguro Sony está tranquilo de que el problema no afectará las ventas ni el éxito de su producto.