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Destiny: Rise of Iron


¿Destiny vale la pena tu tiempo y tu dinero? Te decimos qué nos gusta y qué no del ambicioso shooter de Activision y Bungie.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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No puedo describir Destiny sin pensar en la palabra camaradería, pues, de entre las tantas cosas que Destiny ha sido, es y probablemente tratará de ser, el juego en equipo es común denominador. Claro, el título puede jugarse en solitario, pero la experiencia será abrumadora e incluso privativa en algunos casos. En cambio, juega con amigos –hice algunos gracias a Destiny– y encontrarás un vasto mundo de ciencia ficción donde enfrentar razas alienígenas por toda la galaxia será una de las actividades que realizarás, casi religiosamente, semana a semana. Destiny es un juego que exige de tu tiempo.

 

Elige una clase

Destiny es un juego de disparos en primera persona con elementos de rol. Juegas como un “guardián”, un personaje que puede personalizarse en su raza y género, pero que guarda sus particularidades más atractivas en su clase. Existen tres en el juego, pero pueden especializarse en tres subclases.

 

Este es el Titán, una clase orientada a la acción. Según la descripción del juego, si eliges esta clase “eres una máquina de guerra acorazada”.

 

 

Este es el Cazador, una clase cercana a la idea detrás del mítico Boba Fett. “Acecha y mata a tus enemigos con una precisión implacable”.

 

 

Y finalmente, el Hechicero, quien indudablemente tiene la mejor descripción de cada una de las clases: “El universo se doblega a tu voluntad”.

 

 

En Destiny la personalización es importante. De hecho, el objetivo final del juego es obtener armas y piezas de armadura que permitan a tu personaje alcanzar el nivel 400 de luz, el atributo que en Destiny determina qué tan poderoso es cada guardián. Estos ítems se clasifican en cuatro tipos: poco comunes (verdes), peculiares (azules), legendarios (morados) y exóticos (amarillos). Ya imaginarás cuáles son los verdaderamente útiles.

 

 

Y sí, atinaste. Para conseguir el mejor equipo posible para tu guardián es necesario adentrarte en las tareas más complicadas o laboriosas de Destiny, mismas para las que, acertaste otra vez, requerirás unir fuerzas con otros jugadores. Por ejemplo, no tendrás problemas en completar la campaña del juego en solitario (incluso hay un ítem que eleva tu personaje al nivel 40, utilísimo para los primerizos), pero misiones como los Asaltos de Ocaso o Incursiones son prácticamente imposibles sin ayuda de otros jugadores.

 

Más que puntería

Aunque Destiny es esencialmente un videojuego de disparos en primera persona, las misiones más complejas del juego requieren más que puntería. Por ejemplo, La Furia de las Máquinas, la Incursión más reciente de Destiny, involucra una escena en la que los seis jugadores deben relevarse para cargar las piezas de una máquina… mientras son atacados por decenas de enemigos realmente agresivos. En escenas como esta la comunicación y coordinación entre jugadores es fundamental.

 

 

Otras misiones, como los Asaltos de Ocaso, requieren que los jugadores utilicen cierto tipo de equipamiento, pues el juego incluye modificadores que potencian el daño de cierto tipo de armas. Los ocasos son menos complejos que las incursiones –de hecho requieren tres jugadores en vez de seis–, pero también son una fuente casi segura de equipamiento para elevar tu nivel de luz. En mis poco más de dos años jugando Destiny, he visto como varios de mis amigos repiten religiosamente semana a semana los ocasos e incursiones para alcanzar el nivel máximo de luz. En varias de sus tareas, Destiny es un juego de repetición.

 

Entonces, ¿Destiny es un juego demandante? Absolutamente. Yo no soy un jugador asiduo de Destiny, por lo que continúo estancado cerca del nivel 380 de luz, pero varios de mis amigos que dedican al menos dos noches a la semana al juego tienen equipamiento realmente envidiable. ¿Mi falta de dedicación me ha impedido disfrutarlo? Para nada. Si no tienes demasiado tiempo para Destiny, aún es posible pasarla bien.

 

Oh dios, casi incendian tu grieta

Destiny también cuenta con un robusto multijugador PvP (jugador contra jugador) con distintos modos de juego llamado Crisol. Este apartado de Destiny es el más accesible del juego, pues a excepción de un evento mensual llamado “El Estandarte de Hierro”, en él no resulta determinante el nivel de luz de cada jugador, de modo que hasta cierto punto un jugador con 1 hora de juego tiene las mismas posibilidades de destacar que uno con 99. En el Crisol lo que importa es la habilidad de cada jugador.

 

El Crisol también es el componente más sólido de Destiny. En los poco más de dos años de Destiny, Bungie ha realizado varios ajustes al juego. Muchas misiones fueron reestructuradas. Otras trataron de ser arregladas sin éxito. Pero el Crisol se mantiene con prácticamente la misma estructura que en su debut. Esto no significa que Bungie no haya añadido novedades: Hoy Destiny cuenta con 19 modos de juego, 31 mapas y la posibilidad de crear partidas privadas, donde pueden personalizarse las características de las mismas, ideal para sesiones privadas o de entrenamiento para eSports.

 

¿Y qué tal la experiencia de juego? Bueno, antes de hacer Destiny, Bungie trabajó por nueve años en la franquicia Halo, que por años dominó el podio del juego en línea en Xbox Live. Saben lo que hacen.

 

Pero, claro, el multijugador PvP de Destiny no es una calca de Halo. Tiene personalidad propia. Las partidas en modos como Control, Grieta o Escaramuza requieren de comunicación y trabajo en equipo, mientras que en Enfrentamiento o Disputa se trata solo de disparar a lo que se mueva. El multijugador de Destiny es variado y entretenido.

 

 

El Crisol también mantiene una estructura similar de recompensas al de las misiones de Destiny. En cada partida se recompensa al jugador según su rendimiento, sin embargo, un desempeño destacado no es garantía de obtener una gran recompensa. Como en todo, Destiny, las recompensas del Crisol están ligadas a la suerte. Terminar una partida en los primeros puestos aumenta la posibilidad de recibir un buen premio, pero ser colero no te exime de ganar un buen ítem. Eso sí, ¡siempre da tu mejor esfuerzo, guardián!

 

Reino mochila

Pero, aún dos años después de su lanzamiento original, Destiny continúa con algunos defectos. Me parece que el más notorio es la falta de una guía que explique a los nuevos jugadores las mecánicas más básicas pues, sin la ayuda de un amigo experimentado o un manual, es ampliamente probable que el jugador pase sus días repitiendo misiones que no abonarán a su avance. Es muy probable que antes de entender Destiny, termines siendo "mochila" en alguna escuadra.

 

Destiny también ha hecho un trabajo pobre para mantener "vivas" varias de las zonas que tuvieron trascendencia en el juego durante algún momento. El Arrecife, por ejemplo, un área añadida en la segunda expansión del juego, Casa de los Lobos, hoy es prácticamente un lugar desierto y solo una de las actividades que fueron añadidas con esta expansión, Las Pruebas de Osiris, mantienen vigencia dentro del juego. Lo mismo ocurre con las incursiones; las que en algún momento fueron las actividades más retadoras del juego hoy son prácticamente un elemento decorativo.

 

Universo constante

Desde que estrené mi PlayStation 4 en 2014, Destiny ha sido el único juego que continúo jugando de forma regular. Juegos que he disfrutado por montones, como Metal Gear Solid V, Bloodborne o Uncharted 4, ya no están instalados en mi consola. No es el caso de Destiny, que desde su lanzamiento ha recibido tres expansiones y ya tiene proyectada una para 2017. Sigo jugando Destiny porque, a través de los años, ha sabido balancear su contenido en lo que me parece es una división de contenido justa que premia a los jugadores más comprometidos, pero no limita a los jugadores menos frecuentes.

 

Por otro lado, Destiny es un juego con una estupenda producción. El diseño de los escenarios y personajes es fantástico, por lo que estoy seguro que cualquier jugador que sienta atracción por la ciencia ficción encontrará en Destiny algo de su agrado. Pero, definitivamente, debo de decir que lo que más he disfrutado de Destiny son las experiencias que he tenido en compañía de amigos, incluidos algunos que solo conozco a la distancia. Hemos triunfado y fracasado, nos hemos quejado de la mala suerte que hemos tenido tras completar un ocaso y también hemos celebrado obtener el ítem que anhelábamos en nuestro primer intento; igualmente, hemos festejado triunfos cerradísimos en el Crisol solo para darnos cuenta al final que aquel fue una victoria pírrica. Pero al final, siempre bailamos.

 

 

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