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'Sense8' (temporada 2): avanzar con los mismos vicios


La historia de los ocho "sensates" finalmente progresa en los nuevos episodios, aunque conserva algunas de sus imperfecciones.

por: Lalo Ortega Lalo Ortega

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(La siguiente reseña incluye spoilers de la primera temporada de Sense8.)

 

Por la naturaleza de su premisa, Sense8 es una serie inherentemente atractiva. Ocho individuos esparcidos por el mundo descubren, súbitamente, que tienen un vínculo telepático que les permite compartir habilidades y conocimientos para sortear los problemas de sus vidas.

 

Por mérito de representar con sus personajes a grupos poco privilegiados en el circuito hollywoodense (y por contar con famosas mentes creativas cuyos nombres no hacen daño), la serie se ganó una sólida base de seguidores con el estreno de su primera temporada en 2015.

 

Sería difícil argumentar que ésta no sufrió de un desarrollo torpe, en parte por la necesidad de profundizar tanto en las vidas de sus ocho protagonistas, como en la narrativa de la que forman parte. Sin embargo, los primeros episodios de la serie creada por las hermanas Wachowski (The Matrix) y J. Michael Straczynski (Babylon 5), eran entorpecidos por el abuso de recursos sin duda atractivos, pero superfluos. Las múltiples secuencias musicales son los principales culpables.

 

 

La segunda temporada de Sense8 (en esta ocasión sin Lilly Wachowski) aún cae en algunos de los mismos vicios, pero con sus protagonistas ya liberados de su curva de aprendizaje, la trama finalmente puede avanzar hacia el conflicto con la antagónica Organización para la Preservación de la Biología (OPB), dedicada a cazar a los sensates.

 

Como se esperaría de una segunda parte, la mitología de la serie comienza a expandirse: descubrimos que el homo sapiens no es la única especie humana que camina la Tierra, y que nuestros ocho protagonistas comparten su condición con más personas en el planeta.

 

A la vez que se acerca el enfrentamiento entre los ocho sensates y la OPB, también crecen los riesgos, un cambio bienvenido respecto a la temporada anterior, en la que este antagonismo permaneció, en su mayor parte, envuelto en demasiado misterio, relegado al segundo plano ante el desarrollo individual de los personajes.

 

 

Lo cual no significa que estos no sigan creciendo a lo largo de los 10 nuevos episodios. Todo lo contrario, pues al tiempo que varios de ellos se acercan a la culminación de sus conflictos, otros se involucran en nuevos. Éste, sin duda, fue el elemento más atractivo de la primera entrega, y sigue siendo tan divertido en ésta, aunque Wachowski y Straczynski siguen sin dotarle de mayores matices: todo lo que los ocho sensates desean es “bueno” y todo lo que se oponga a ello es “malo”.

 

Y por supuesto, no puede faltar el excelente soundtrack para acompañar las escenas de fiestas y sexo telepático, bellamente filmadas, pero narrativamente inútiles en su mayoría.

 

La segunda temporada de Sense8 avanza con más agilidad que su predecesora (quizá demasiada en su apresurada conclusión), y bien podría condensar su historia en menos episodios, aunque no por ello es menos disfrutable.

 


Sense8 (temporada 2)

Creación: Lana Wachowski y J. Michael Straczynski

Reparto principal: Brian J. Smith, Doona Bae, Jamie Clayton, Tina Desai, Tuppence Middleton, Toby Onwumere, Max Riemelt, Miguel Ángel Silvestre, Terrence Mann, Naveen Andrews y Daryl Hannah

Estreno: 5 de mayo de 2017

Plataforma: Netflix

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