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La energía solar es el nuevo Internet


La lógica energética global está por cambiar. Aprovechar la energía solar creará un nuevo paradigma productivo.

por: Redacción Paréntesis Redacción Paréntesis

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La lógica energética global está por cambiar. Dentro de 10 o 20 años, será factible que que la factura de energía eléctrica que pagamos regularmente se reduzca considerablemente, o de plano, deje de existir. Y que, a diferencia de como ocurre hoy, la energía eléctrica que consumimos doméstica o industrialmente no se cree a partir de la quema de combustibles fósiles, sino aprovechando los rayos del sol. Y si bien parece que el sueño de la energía verde es un disparate, especialmente cuando el presidente de la mayor potencia mundial niega el cambio climático, varios involucrados en esta utopía verde creen que el momento es ahora y que más pronto que tarde seremos testigos de una revolución que traerá cambios tan importantes como en su momento lo hizo Internet.

 

Brian Lakamp, director de Totem, compañía que desarrolla luminarias que funcionan con luz solar y que podrían ser comunes en las modernas “ciudades conectadas”, asegura que el desarrollo de tecnología que permita aprovechar energía solar para satisfacer nuestras demandas energéticas creará una revolución de grandes proporciones. “Esta tecnología generará cambios dramáticos y nos orillará a repensar nuestras ciudades y servicios, como transporte, seguros y servicios financieros”.

 

Incluso, Lakamp tiene un término para describir esta revolución energética: enernet. El concepto, una fusión de energía y red, incluye no solo a la tecnología que permite el aprovechamiento de la energía solar, como los paneles desarrollados por SolarCity –compañía de Elon Musk– sino también a las electrolineras necesarias para recargar vehículos eléctricos, y prácticamente cualquier objeto que modifique la lógica energética actual. “En síntesis, el enernet es la base para la tecnología de las ciudades inteligentes, incluyendo al ‘Internet de las Cosas’, sistemas de distribución, redes troncales, tecnología de red, electrolineras y vehículos autónomos, por nombrar algunos”, dice Lakamp.

 

También es cierto que hay miedo al cambio, especialmente entre los actores que hoy mismo verían sus intereses afectados si un tipo como Musk prueba que es factible electrificar una isla sin quemar un solo kilo de carbón o gas. Probablemente las primeras en obstaculizar el cambio serán las empresas que suministran energía eléctric a partir de la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, la lógica no es así de sencilla. En su momento se pensó que Google acabaría con muchos negocios. No fue así. “Será responsabilidad de los equipos de administración de las compañías energéticas disminuir los riesgos con inversiones y adquisiciones inteligentes”.

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