Para muchos septiembre es un mes que evoca recuerdos muy tristes como los terremotos del 19 de septiembre pero... ¿realmente tiembla más en septiembre o es solo una coincidencia que se ha convertido en mito? En este artículo, vamos a desentrañar este enigma.
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La creencia de que septiembre es un mes especialmente "tembloroso" podría deberse a la memoria colectiva de eventos sísmicos significativos que han ocurrido en este mes. Por ejemplo, los devastadores terremotos de la Ciudad de México en 1985 y en 2017 ocurrió el 19 de septiembre, una fecha que ha quedado grabada en la memoria de los mexicanos. Sin embargo, ¿es esto suficiente para afirmar que septiembre es un mes de alta actividad sísmica?
Según sismólogos y expertos en el tema, no hay evidencia científica que respalde la idea de que septiembre sea un mes más propenso a los terremotos que cualquier otro mes del año. Los sismos son causados por la liberación de energía en la corteza terrestre y no están sujetos a un calendario específico. En resumen, la Tierra no sabe qué mes es cuando decide liberar un poco de tensión.
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Lo que sí es cierto es que la coincidencia de terremotos significativos en septiembre ha llevado a una especie de "sesgo de confirmación". Es decir, tendemos a recordar y dar más importancia a los eventos que confirman nuestras creencias preexistentes. Así, cada vez que tiembla en septiembre, el mito se refuerza, aunque estadísticamente no sea más probable que en otros meses.
Si bien es cierto que septiembre ha sido testigo de algunos terremotos devastadores, no hay pruebas científicas que sugieran que este mes sea especialmente propenso a la actividad sísmica. Así que la próxima vez que escuches que "siempre tiembla en septiembre", puedes responder con confianza que es más un mito alimentado por la memoria colectiva que una realidad científica.
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