El 6 de agosto 1991 se publicó el primer sitio web del mundo. Info.cern.ch fue la página que el físico Tim Berners-Lee creó con la ayuda de un servidor marca NeXT en la CERN (Organización Europea de Investigación Nuclear).
El proyecto se limitaba a ofrecer información sobre el proyecto de la World Wide Web (WWW). Los visitantes podían aprender más sobre el hipertexto, detalles técnicos para la creación de su propia página web e incluso una explicación sobre la manera de buscar información.
La idea inicial era utilizar el hipertexto y las computadoras personales para tener una red de información, la cual ayudaría a los físicos de la CERN a compartir todos los datos almacenados en la computadora del laboratorio.
La ventaja del hipertexto es que permitía a los usuarios navegar fácilmente entre los textos de páginas web al utilizar los enlaces.
Ya que en aquel entonces no existían los navegadores (Explorer o Firefox), y no había más páginas, las únicas personas que podían usar el sitio eran Berners-Lee y sus colegas en la organización. Entraban a éste a través de comandos.
Poco a poco, gracias al desarrollo de servidores y navegadores web, la difusión de la supercarretera de la información fue creciendo. En 1993, el navegador Mosaic fue creado, lo cual permitió dar un impulso al invento.
En 1994, Berners-Lee fundó el Consorcio World Wide Web, conocido también como W3C, con el fin de establecer estándares para la web y asegurarse de que todos los sitios trabajaran de la misma manera.
Aunque la concepción de la web tuvo como eje principal ayudar a los físicos a responder preguntas sobre el universo, en la actualidad su uso beneficia a todo el mundo (hoy existen más de 80 millones de sitios).