Los nuevos iPhone, de Apple, están aquí y para entenderlos debemos recapitular. En 2009, Apple nos presentó su primer modelo S, el iPhone 3GS, la tercera generación de su celular que sólo había sido precedido por el iPhone original y el iPhone 3G, desde entonces, la marca de la manzana nos acostumbró a tener teléfonos con grandes cambios —en diseño y prestaciones— cada dos años y una actualización de hardware y software en el año intermedio.

 

 

Así las cosas, en 2010 llegó el iPhone 4, en 2011 el 4S, en 2012 el iPhone 5, en 2013 el 5S y así sucesivamente hasta llegar al iPhone 7 en 2016. Hasta aquí todo iba según lo planeado. Sin embargo, las cosas cambiaron en 2017, pues en ese año correspondía la llegada del iPhone 7S, cosa que no sucedió y Apple pasó directamente al iPhone 8 y iPhone 8 Plus y, cuando todos los que estuvimos en esa presentación casi habíamos perdido la esperanza de ver algo realmente nuevo, llegó un "One more thing" de parte de Tim Cook, CEO de Apple, para revelar al mundo el iPhone X, el teléfono con el que, de acuerdo con palabras del ejecutivo, Apple había soñado desde el inicio para un iPhone: el celular que celebra los 10 años de la llegada del primer teléfono inteligente como lo conocemos actualmente.

 

Apple decidió cambiar la jugada de nuevo. Y si en 2017 nos hicieron pensar que las generaciones S había quedado en el pasado, este 2018 quedó claro que no. Muchos especulamos cómo se llamarían los iPhone 2018: Simplemente iPhone, iPhone XI, iPhone 11, iPhone X Plus, iPhone X Pro o iPhone X SE, esos fueron algunos de los nombres que se manejaron en los medios; Paréntesis incluido. Entonces, el 12 de septiembre pasado, se desvelaron tres modelos: iPhone XS, iPhone XS Max (eso no lo esperaba) y iPhone XR.

 

Aclarada el contexto, los nuevos iPhone XS y iPhone XS Max, como generaciones S, podríamos decir que son lo que se esperaba de ellos en la mayoría de sus funciones, diseño y especificaciones: una actualización en hardware, software y cámaras respecto del iPhone X. Ni más ni menos.

 

 

Diseño que marcó tendencia

 

Nos guste o no, lo aceptemos o no, la realidad es que si bien no fue Apple con el iPhone X la primera marca y teléfono en tener el ahora popular "notch" (estrenado en el Essential Phone) sí fue la marca y celular que lo puso en tendencia. Tras el lanzamiento del iPhone X escuché a ejecutivos de varias marcas burlarse de esa "falla" en el diseño del iPhone, "falla" que ahora está en el diseño no sólo de sus celulares sino en el de una buena cantidad de teléfonos inteligentes que están en este momentos en el mercado —incluido el recién presentado Google Pixel 3XL. Entre las pocas marcas que, por obvias razones, no han seguido esta tendencia está Samsung.

 

Los iPhone XS y iPhone XS Max tienen el mismo diseño y materiales que el iPhone X: marco de acero inoxidable, botones físicos, puerto de carga y cámara idénticos. Pero viene en dos tamaños: Con pantallas de 5.8 y 6.5 pulgadas. De hecho, la única forma de diferenciar a distancia un iPhone X de un iPhone XS es si tienes el nuevo color dorado y lo usas sin funda.

 

 

Pero hay dos detalles que, si eres fijado y tienes un XS en la mano, podrás distinguir: los nuevos teléfonos tienen más antenas y en la parte inferior las perforaciones de la bocina son asimétricas. Otro cambio que no es perceptible físicamente está en la certificación contra agua y polvo, que pasó de ser IP67 a iP68.

 

La mejor pantalla... hasta que Samsung lo decida

 

Como lo mencioné arriba, las pantallas de los nuevos iPhone son de 5.8 pulgadas para el XS y de 6.5 para el XS Max. Estamos hablando de displays con tecnología OLED, fabricadas, entre otros, por Samsung. De hecho, la compañía Display Mate ya calificó a la pantalla del iPhone XS Max como la segunda actualmente en un celular, sólo superada en este momento por el recién presentado Google Pixel 3XL. Lo mismo sucedió el año pasado con el iPhone X, que ostentó ese título durante seis meses, hasta que llegó el Galaxy S9 Plus.

 

 

La pantalla cuenta con tecnologías propias de Apple, como 3D Touch, True Tone y es compatible con una amplia gama de colores que permiten disfrutar de forma satisfactoria los juegos y contenidos multimedia.

 

Mi única observación es que me hubiera gustado, específicamente para el modelo XS Max, la posibilidad de usar más de una app al mismo tiempo, como sucede con teléfonos de gran formato como el Galaxy Note 9 o el Huawei Mate 10 Pro, cuyo desempeño en cuestiones de productividad aumenta gracias a esa característica.

 

Sonido que impresiona

 

Algo que me gustó mucho y se siente como una mejoría importante, sobre todo si consumes mucho contenido multimedia y juegos, es el sonido estéreo de los iPhone. Además de que el volumen incrementó, la separación y sensación que dan los canales se percibe 100% real y ofrece una experiencia que no me había tocado disfrutar en ningún otro teléfono. Y si a eso sumamos la gran pantalla del iPhone XS Max, sin duda, la manera en la que consumes películas será diferente.

 

Evolución interna estilo generación S

 

En las entrañas de los nuevos iPhone tenemos un procesador de nueva generación y ya con arquitectura de 7Nm. El nuevo chip se llama A12 Bionic y es de seis núcleos, de los cuales cuatro son de eficiencia y dos de poder. Esto quiere decir que para las funciones y aplicaciones que no requieren de tanto procesamiento se usarán estos núcleos, que ofrecen un consumo de batería bastante bajo, y para todo lo que tiene que con más poder de procesamiento se suman los dos núcleos con más desempeño.

 

El procesador se acompaña de 4GB de RAM y de un segundo chip denominado como Apple Neural Engine (motor neural) que tiene una mejora sustancial. En 2017, con el chip A11 Bionic, este motor tenía sólo dos núcleos, en 2018, con el A12 Bionic, pasó a ocho núcleos.

 

 

El motor neural está diseñado para funciones de Inteligencia Artificial y Machine Learning. En el día a día te ayudará a tener mejores fotografías y, si sueles usar apps de realidad aumentada, verás grandes cambios en ese apartado, como mayor realismo y estabilidad.

 

Cuanto más lo ocupas percibirás mejoras en la rapidez de desbloqueo de Face ID, un teléfono de uso muy rápido, sin retraso o lag al pasar de una app a otra o al momento de abrirlas y una respuesta muy rápida en el teclado.

 

Este año, los iPhone XS y iPhone XS Max vienen con tres opciones para el almacenamiento: 64, 256 y 512GB.

 

 

Cámaras, ¿más de lo mismo?

 

Aunque por especificaciones pudiera parecer que estamos hablando de las mismas cámaras que vimos en el iPhone X, la realidad es que no. En este apartado no hay que guiarse únicamente por las especificaciones, sino por lo que añade el software.

 

Sí, los sensores de la cámara principal dual permanecen en los 12 megapixeles, sin embargo, hay que tomar en cuenta que tanto el sensor, pixeles más grandes, como el procesador de imagen son nuevos y, gracias al motor neural, cuando tomas una fotografía se hacen millones de operaciones al instante para sacar provecho de lo que Apple llama Smart HDR (HDR Inteligente) para que el resultado sea una imagen nítida, muy bien balanceada y con colores muy apegados a la realidad.

 

En la cámara principal, el lente gran angular tiene apertura de diafragma de f/1.8 y el lente con zoom óptico 2X abre sólo hasta f/2.4. Ambas cuentan con estabilizador óptico de imagen.

 

 

Uno de los grandes avances está en el modo retrato. Y con avances me refiero a la evolución de este modo comparado con los iPhone anteriores. Vale la pena recordar que cuando se introdujo por primera vez —en el iPhone 7 Plus, en 2016— fue en modo "beta". Con los iPhone XS y iPhone XS Max se siguen usando los dos lentes, para sacar provecho de la distancia focal de ambos, pero se mejoró mucho el software que da precisión a la imagen, pues genera un mapa de profundidad para separar la imagen entre varias capas con diferentes distancias en la cámara, con lo que se consigue un resultado mucho más natural y cercano a lo que lograrías con una cámara réflex.

 

Si comparamos el avance entre este modo retrato y el primero que sacó el iPhone, la diferencia es sustancial. Y como novedad, por lo menos para los usuarios de iOS: ahora puedes editar qué tan dramático quieres el efecto.

 

Por otro lado, las fotos con baja iluminación también mejoraron en comparación con los anteriores iPhone. Por todo esto, DxO Mark ya calificó a la cámara de los nuevos iPhone como la segunda mejor en el mercado de los teléfonos inteligentes, sólo por debajo del Huawei P20 Pro.

 

 

La cámara selfie, por su parte, permanece con un sensor de 7 megapixeles, con un lente de apertura de diafragma f/2.2 y con el modo retrato gracias a la tecnología True Depth Camera. También, en esta cámara se aplica el HRD Inteligente y puede grabar video en Full HD a 30 o 60 fotogramas por segundo.

 

En el apartado de video, los nuevos iPhone se mantienen como una de las mejores herramientas para este propósito. Los videos se pueden grabar en resolución 4K a 24, 30 o 60 cuadros por segundo y en sonido estéreo, algo que resulta muy interesante. En el apartado de cámara lenta, la función no cambia y permanece en 240 fotogramas por segundo en resolución Full HD (1080p).

 

Batería que deja sabor agridulce

 

Sin duda, es el punto que le sigue doliendo a los iPhone. Apple no da cifras de sus baterías en mAh, sino en horas de uso; en ese sentido, Apple asegura que el iPhone XS ofrece 30 minutos más que el iPhone X y el iPhone XS Max, hasta hora y media más.

 

En cuanto a mAh, se pasó de 2716 en el iPhone X a 2658mAh en el XS. En experiencia de uso sí me ha dado más tiempo de pantalla y esto tiene que directamente con la eficiencia del procesador y el sistema operativo.

 

 

En el caso el iPhone XS Max, la batería es de 3174mah. Es la más grande en la historia del iPhone, y aunque Apple asegura que dura una hora y media más que en el iPhone X, a mí me ha durado quizá una media hora más, aunque hay que decir que:

 

1.- La pantalla es mucho más grande que en cualquier iPhone.

 

2.- He estado sacando muchas fotos y videos.

 

3.- Utilizo muchas apps demandantes de recursos, como Waze, Google Maps, juegos y además, paso mucho tiempo en pantalla con películas y series, que se disfrutan mucho más en un display como el del iPhone XS Max.

 

Por otro lado, es importante decir que muchos esperamos ya una gran mejoría en este rubro, donde Apple con el iPhone claramente se queda atrás respecto de su competencia, no sólo en el tamaño de la batería sino también en el de accesorios al no incluir el cargador de carga rápida dentro de la caja. Sobre todo, tomando en cuenta lo que cuestan los nuevos iPhone.

 

 

¿Me compro el nuevo iPhone?

 

Sin duda, los nuevos iPhone son muy buenos teléfonos. Les puedo asegurar que es el mejor iPhone hasta el momento. Pero hay que entender que, tratándose de una generación S, son, simplemente, lo que se esperaba, aunque sí debo decir que las mejoras en la cámara fueron una agradable sorpresa.

 

¿Vale la pena gastar tanto dinero en un teléfono? Es una decisión difícil y muy personal Yo te diría que, si tienes un iPhone X, no es necesario que migres. Actualiza a iOS 12 y tienes teléfono para rato: más eficiente y rápido, debido a la optimización del sistema operativo.

 

La recomendación Paréntesis sería: ¿Eres fan de iPhone y quieres continuar con ese teléfono y sistema operativo? Ve por un iPhone XS o iPhone XS Max sólo si tienes un iPhone 7, iPhone 7 Plus o anterior.

 

Si tienes un iPhone 8 o iPhone 8 Plus, la única razón por la que cambiaríamos a uno de los nuevos teléfonos sería querer tener el nuevo diseño, pantalla OLED y mejoras en cámaras.

 

Precios:

iPhone XS 64GB: $24,499

iPhone XS 256GB: $28,199

iPhone XS 512GB: $32,999

 

iPhone XS Max 64GB: $26,999

iPhone XS Max 256GB: $30,699

iPhone XS Max 512GB: $35,499

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