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PS4 y Xbox One serían las últimas consolas de videojuegos


El éxito de servicios como Netflix y Spotify hacen que la industria del videojuego explore nuevas alternativas de distribución.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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Una pregunta simple: ¿Qué uso tiene hoy tu reproductor de Blu-rays o DVDs? ¿Qué tal tu estéreo? A menos que seas de esas personas que comúnmente llaman hípsters, lo más probable es que esos aparatos simplemente estén en casa guardando polvo porque fueron sustituidos por una televisión inteligente con Netflix y un celular con Spotify. Estamos en una época donde lo que anteriormente consumíamos como productos hoy se comercializa como un servicio que puede consumirse en prácticamente cualquier dispositivo con conexión a internet. Y los videojuegos están experimentando con esa misma transición que hace años transformó la industria de cinematográfica y musical.

 

En otras palabras, probablemente PlayStation 4 y Xbox One, incluída Xbox Scorpio, sean la última generación de consolas. Vaya, probablemente Xbox Scorpio sea quien acelere el cambio.

 

¿Nintendo? Ellos van por su camino, uno tan anacrónico que en pleno 2017 es imposible realizar un respaldo de una partida de juego en un medio físico. Ni hablar de guardar en la nube.

 

Volviendo al tema, esto de la extinción de las consolas no es una invención mía. De hecho parece que PlayStation y Xbox son las primeras interesadas en convertir a sus plataformas en algo más transversal. Dos movimientos recientes alimentan esta hipótesis. Primero, el pasado 28 de febrero Xbox anunció Game Pass, un servicio al estilo de Netflix –o mejor dicho, de EA Pass– que permitirá acceder a un catálogo de juegos que podrán descargarse en un Xbox One por módicos 9.99 dólares al mes. Luego, el pasado 13 de marzo, PlayStation anunció que el servicio PlayStation Now (PS Now), este sí todo un Netflix de videojuegos, permitirá realizar streaming ya no solo de juegos de PlayStation 3, sino también de títulos de PlayStation 4 al PS4 y a la PC. O sea, las dos compañías que lideran el mercado de videojuegos harán de sus juegos algo que pueda consumirse sin la necesidad de poseer una consola de videojuegos.

 

Hasta hace poco más de un mes, Sony permitía utilizar PS Now en televisiones Bravia, Samsung y reproductores Blu-Ray de la marca japonesa. También, un Xbox One puede ser una PC con Windows 10.

 

Pienso que si estos servicios prueban ser exitosos, la transición será más acelerado. Probablemente lo que normalmente llamaríamos PlayStation 5 sea una familia de dispositivos “PlayStation ready”. Estoy seguro que más de uno sonreiría si Andrew House dice que ese aparato es la PC que uno ya tiene en casa.

 

También, parece que facilitar el acceso a videojuegos mediante un dispositivo que ya tenemos en casa (una televisión o una computadora) es una decisión inteligente desde el punto de vista financiero. Las ventas de videojuegos en formato digital para consolas, computadoras y dispositivos móviles ascendieron a 7 mil 470 millones de dólares durante enero pasado. La cifra representa un incremento del 9.8 por ciento.

 

Y sí, soy de esos jugadores que todavía aprecia tener videojuegos físicos, pero ciertamente la distribución digital traería varios beneficios. Ahora mismo pienso en que sería una manera de eliminar a los abusivos intermediarios que, en el caso del Nintendo Switch, fijaron para México un precio muy por arriba de los 299 dólares que cuesta la consola en Estados Unidos.

 

Estoy seguro que esta transición enfadará a más de un jugador, pero difícilmente la industria de los videojuegos podrá remar a contracorriente por mucho más tiempo.

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