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Apple fabricará más en EE. UU. para evitar aranceles con inversión histórica


El CEO de Apple visitó la Casa Blanca para reconocer el trabajo mutuo que lleva con Trump.

por: Fernanda Flores Fernanda Flores

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Tim Cook visitó a Donald Trump en la Casa Blanca ayer 6 de agosto para anunciar que próximamente habría una inversión de 100 mil millones de dólares en Estados Unidos, como parte de un compromiso de 600 mil millones en los próximos cuatro años. Además, la visita se representó por un regalo simbólico y personalizado para Trump, que fue una especie de trofeo muy característico de Apple como en la política de “América Primero”.

Específicamente, el obsequio fue una placa circular de vidrio con una manzana recortada, elaborada con vidrio producido en Kentucky y montada sobre una base de oro de 24 quilates procedente de Utah. Pero también, su elaboración tiene una carga histórica fuerte, ya que no fue elaborada por alguien al azar, sino que un exempleado de la Infantería Marina que ahora trabaja en Apple fue el responsable. También incluye una firma de Cook junto con la inscripción “Hecho en EE.UU.” y el año 2025. 

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Para la reunión se destacó su nueva inversión con Corning, el cual es su proveedor de vidrio desde hace años y a partir de ahora fabricará el 100% del vidrio para iPhones y Apple Watches dentro del país. La compañía también anunció su Programa de Fabricación Estadounidense, una iniciativa que fortalece alianzas con proveedores de semiconductores nacionales como Samsung, Texas Instruments y Broadcom.

¿Cuál es la finalidad de Apple?

Apple tiene el objetivo de demostrarle a Trump que la compañía es afín a las políticas comerciales que ha impuesto durante su mandato, pues, no les conviene hacerse frente a la amenaza de imponer aranceles de hasta 100% a productos tecnológicos importados. Por su parte, Trump aseguró que las empresas que produzcan dentro del país, como Apple, estarían exentas de este nuevo arancel. 

Hasta entonces, la relación entre ambos ha sido meramente práctica y la compañía todavía no ha cumplido con algunas de las exigencias del mandatario, como trasladar toda la fabricación del iPhone a territorio estadounidense, algo que expertos consideran económicamente inviable y  logísticamente complejo.

En conjunto, la visita y el regalo no solo reforzaron la narrativa nacionalista de Trump, sino que también demostraron la capacidad de Apple para adaptarse tácticamente al entorno político y económico de Estados Unidos.

 

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